NOVEDAD: 'CUÉNTAMELO TODO', 101 PREGUNTAS REALIZADAS POR NIÑOS Y NIÑAS SOBRE SEXUALIDAD
El libro 'Cuéntamelo todo', de @Takatukallibres. 101 preguntas sobre #sexualidad, y sus respuestas adaptadas a #niños a partir de 8 años.
Para que encuentren la solución adecuada a todas esas dudas que les pueden surgir durante esa importante etapa de su vida.
Para ello, su autora, Katharina Von der Gathen, trata de dar las respuestas que mejor se adaptan a la necesidad de los niños, con la franqueza, el cuidado, y el respeto requeridos.
Por su parte, Anke Kuhl, su ilustradora trata, en formato cómic, de interpretar estas preguntas con humor, inteligencia y sensibilidad.
Por nuestra parte, os mostramos todos los detalles de la obra, así como una completa entrevista con su autora.
DETALLES DE LA OBRA:
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ENTREVISTA A KATHERINA VON DER GATHEN
Frankfurter Allgemeine Zeitung, 1.12.14, por Fridtjof Küchemann
Educación sexual. ¿No podríamos pasar del sucio sexo?
¿Qué significa hablar sobre sexualidad con los niños? ¿Y qué puede suceder cuando se les promete una respuesta a todas sus preguntas? Katherina von der Gathen ha hecho con ello un libro. Entrevista.
¿Qué diferencia hay entre los niños y niñas de ocho a diez años de ahora, en relación al tema sexualidad, y los de generaciones anteriores?
La sexualidad es hoy mucho más abierta que antes. Los niños van con los ojos y las orejas abiertas por el mundo, ven publicidad de ropa interior en las paradas de los autobuses, se ven confrontados con determinadas imágenes en internet, que de repente se abren y hacen publicidad de páginas para ligar. Y al mismo tiempo se los deja solos con esta temática. Los adultos muchas veces nos sentimos inseguros en cuanto a cómo comportarnos con nuestros hijos a este respecto. Lo que siempre puedo comprobar con mis proyectos dirigidos a alumnos y alumnas de primaria es que tienen muchas preguntas, si se les da la oportunidad y se crea la atmósfera adecuada.
Usted ofrece talleres de educación sexual para tercero y cuarto de primaria. ¿En qué consiste el programa?
Hago un repaso de todos los temas de la educación sexual importantes para niños y niñas. Por un lado, el cuerpo del hombre y de la mujer y los cambios en la pubertad, lo cual a esta edad es muy importante. Los sentimientos y el amor, embarazo y nacimiento; pero también, y sobre esto hay siempre muchas preguntas, la sexualidad de los adultos. No doy clases, en el sentido tradicional, sino que organizo proyectos en los que podemos tratar esta temática mediante juegos. Los niños necesitan un ambiente en el que sientan que pueden hablar de este tema, que pueden hablar con humor sobre el mismo, y que resulta divertido.
¿Cómo se pueden integrar los juegos en sus proyectos?
Cuando, por ejemplo, hablamos de la pubertad y sobre el ciclo de la mujer. Yo me he hecho un gran útero de tela, con el cual los niños pueden seguir e imitar este ciclo, haciéndolo tangible en el sentido literal de las palabras: los óvulos son pequeñas pelotas de ping-pong.
Me acuerdo que, de pequeña, cuando iba al cole, recibíamos unas hojas de trabajo donde había una sección del ovario y lo difícil que me resultaba relacionar eso con mi propio cuerpo.
¿Cómo se debe uno imaginar esas horas en el colegio, como ruidosas y divertidas o como excitantes y concentradas?
Todos esos estados de ánimo están presentes. Al principio están todos muy excitados, porque no tienen ni idea de lo que les espera. Para los niños y niñas esta temática es, por un lado, fascinante, pero al mismo tiempo también intimidatoria; y al principio a muchos les parece algo asqueroso. Me causa alegría encontrar ese punto en que los niños se dan cuenta de que también puede ser divertido hablar sobre ello, encontrar diferentes palabras para las diferentes partes del cuerpo, poder decir todo lo que por lo demás no se puede decir cuando hay adultos presentes. Para los niños resulta fascinante escuchar las preguntas de los otros niños y descubrir, de paso, las propias preguntas.
¿Los niños son muy sensibles por lo que se refiere a cuestiones poco habituales o embarazosas y enseguida reaccionan con descalificaciones? ¿Cómo lo vive usted en su trabajo y cómo consigue gestionarlo?
Es importante crear la atmósfera que invite a que se hable de muchas cosas; por otro lado, los niños deberían saber que las palabras también pueden servir para herir a otros, que algunas palabras son insultantes y descalificatorias. También esto hay que abordarlo y establecer límites muy claros.
¿Cuáles son las preguntas que más se repiten?
Hay dos grandes temas que siempre se repiten. Uno de los temas: ¿Qué pasa cuando mi cuerpo cambia? ¿Qué pasará conmigo? ¿Por qué salen granitos? ¿Cómo se siente uno cuando está enamorado? ¿Cuándo empieza todo esto? Esto es algo que les afecta directamente.
El otro tema son preguntas del estilo: ¿Se puede tener hijos sin recurrir al sexo asqueroso? ¿Por qué a los adultos les parece tan bueno eso de que un hombre introduzca su pene en la vagina de una mujer? Eso les fascina: ¿Cómo funciona todo eso?
¿Hay preguntas que le hayan sorprendido a usted misma y para las que, de entrada, no encontró respuesta?
Hay algunas preguntas que son un auténtico desafío para mí. ¿Cuál fue la primera persona que tuvo sexo? Una se tiene que pensar bien la respuesta. No se puede responder simplemente «Adán y Eva». Un esfuerzo especial mereció también la pregunta ¿qué pasa si te quedas embarazada y no quieres el bebé? ¿Hay que explicarles a los niños y niñas que existe la interrupción del embarazo? Le he estado dando muchas vueltas a si este tema era adecuado o no para niños; pero finalmente pensé que los niños están preparados para este tema y que quiero ser honesta con ellos. Y esto fue para mí un auténtico punto de inflexión: me enfrentaba a mi propia promesa de responder a todas las preguntas.
¿Qué diferencias observa durante su trabajo entre el alumnado de tercero y cuarto, entre los chicos y las chicas, y entre niños de países o credos diferentes?
Con los de cuarto resulta más fácil de abordar estos temas, porque ya se encuentran más próximos a todos los cambios de la pubertad. Es aún una muy buena edad para trabajar con chicos y chicas a la vez. Son mayoritariamente muy abiertos y espontáneos entre sí, pueden aprender mucho los unos de los otros. A mí me parece importante que los chicos sepan cómo es un tampón y cómo las mujeres y las chicas usan una compresa. Y las chicas deberían saber que a los chicos les puede pasar que se levanten con un pijama mojado, por la mañana, y que hayan tenido su primera eyaculación.
Me doy cuenta de que algunos niños, con trasfondo migrante, se sienten muy incómodos, porque se encuentran entre dos mundos: saben que a sus padres, por motivos religiosos, no les gusta que se traten estos temas en el colegio. Pero, por otro lado, se dan cuenta de que les interesa y que les divierte.
¿Qué actitud deberían tener los niños respecto a la sexualidad?
Una positiva, de entrada. Me parece muy importante que los niños desarrollen un sentimiento positivo respecto a su propio cuerpo, que aprendan a nombrar las partes de su cuerpo, que puedan mirarlo. Es importante que dejen espacio para la ternura, que sepan comunicar sentimientos y que, esencialmente, hay una base común sobre la que es posible la comunicación. Esta es la base para cualquier otra componente que pueda venir luego.
Se oye hablar de concepciones de la educación sexual que contemplan que los alumnos de diez años ya deben pensar en cuál es su «posición o práctica sexual favorita». ¿No le parece esto un poco arriesgado?
No me puedo imaginar trabajar así con los niños y no me puedo imaginar que haya otros pedagogos sexuales que lo puedan hacer. Pero esta discusión deja entrever lo delicado que es el tema que trato: siempre me toca cuestionar el vocabulario seleccionado y mi trabajo con los niños; tengo que mantenerme alerta de que los trato con respeto, que preservo su privacidad y que me comporto de manera responsable. Yo soy madre y soy consciente de la confianza que se deposita en mí en tanto que pedagoga sexual.
El tema sexualidad ha de estar presente en la escuela, pero también en casa. ¿Cuáles serían sus consejos a los padres?
No se produce con frecuencia una conversación esclarecedora sobre sexualidad en el momento adecuado, en un ambiente de confianza. A muchos padres les gustaría abordar esto por sí mismos, con cuidado y de la mejor manera posible, antes de que sean otras personas las que se lo expliquen a sus hijos. Muchas veces esto no resulta posible. Como muy tarde, en el jardín de infancia o en la escuela, habrá niños con mayores conocimientos que les transmitirán lo que ellos hayan entendido sobre el tema. Además, la educación sexual es algo que se produce día a día y como algo añadido: ¿Cómo nos comportamos entre nosotros?, ¿vamos desnudos en casa? ¿Cómo describimos nuestro cuerpo?, ¿nombramos todas las partes del cuerpo o usamos evasivas como «lo de abajo»? Esa es la cuestión básica. Yo les aconsejaría a los padres que aprovechen el tiempo en que los niños todavía sienten curiosidad y hacen preguntas. Llegará un momento en que eso resultará más difícil, y entonces los niños estarán tan ocupados con su pubertad que, muchas veces, los padres ya no son las personas de referencia que buscan. La educación sexual tiene lugar, muchas veces, en la vida cotidiana: cuando en el supermercado pasamos por delante del estante de los condones o cuando los niños más pequeños se sorprenden de ver a una mujer con una gran barriga. La educación sexual es una actitud.